nuestra historia
Desde muy joven, mi pasión por la cocina creció de la mano de mi abuela Virginia, quien me enseñó los secretos de la cocina tradicional sanjuanina. Este amor por la cocina se convirtió en mi vocación, llevándome a estudiar cocina profesional. Con una sólida experiencia en el manejo de carnes, adquirida durante mis 20 años en ‘Carnicería Jorge’, inicié mi camino en la gastronomía, abriendo mi primer restaurante-parrilla en 2004.
En 2008, una oportunidad única me llevó a Francia, donde ayudé a abrir una parrilla argentina en Brest, una experiencia que enriqueció mi perspectiva culinaria. Nueve años después, en 2017, surgió el desafío de transformar un lugar con historia: en el sitio donde se encontraba la antigua ‘Posta Centenario’, decidimos abrir ‘LO DE JORGE’. Con meses de arduo trabajo, restauramos el espacio y logramos que nuestra visión se hiciera realidad.
Hoy, ‘LO DE JORGE’ es mucho más que una parrilla; es un punto de encuentro para disfrutar de una experiencia gastronómica inigualable. Continuamos comprometidos con la excelencia en cada plato y en cada detalle, siempre buscando superar las expectativas de nuestros clientes.
Maxi Paredes
estacionamiento
wi-fi
atención médica
seguridad
Parrilla de excelencia
En nuestra parrilla, ofrecemos la mejor carne vacuna argentina, preparada con la tradición del auténtico asado. La calidad de nuestros cortes y la dedicación de nuestros parrilleros garantizan una experiencia inigualable. Te esperamos para disfrutar de la excelencia que nos distingue.
salón exclusivo para eventos
Con una cálida decoración, un aroma sutil y música que acompaña el momento, nuestro salón esta preparado para que vivas una experiencia con todos los sentidos.
Cuenta con una capacidad de 60 comensales, una sala de espera y una barra para disfrutar de un aperitivo.
Además, podés visitar nuestra cava para elegir personalmente el vino que mejor acompañe tu comida.
Carnicería
Nacido en el año 1954, en la provincia de San Juan, en un pueblo llamado Jachal, Jorge comenzaba su camino. Vivía con sus padres y sus 6 hermanos en el medio del campo, donde la pobreza era moneda corriente y el trabajo desde muy pequeño era necesario.
Un día decidió cambiar el rumbo de su vida y salir a buscar nuevas oportunidades, motivado y esperanzado por el amor que sentía por la familia. Si bien era un camino de incertidumbre y miedos, no se dejó vencer y continuo firme con su filosofía de trabajo, respeto, y honestidad, llegó allí por el año 1972 a la ciudad de La Plata donde logró posicionarse y ser reconocido por su familia, clientes, amigos y grandes personalidades, como el mejor carnicero de nuestra ciudad… Una frase que lo acompaña hasta el día de hoy “hay que trabajar”.
Jorge Paredes